viernes, 25 de mayo de 2012

Bandera de plegaria



Constituyen un símbolo característico de países como Tibet, Nepal y Buthan. Tienen su origen en el Bön, una de las tradiciones y creencias que existían (y todavía existen) en el Tibet antes de la llegada del budismo. Cuando el budismo llegó al Tibet, en el año 800 D.C. (era actual), adoptó las banderas del Bön e introdujo en ellas los mantras e iconografías que le eran propios.  El Budismo se introdujo por primera vez en el Tibet por Padmasambhava. Posteriormente, Atisha llegó para enseñarle Budismo al pueblo tibetano en 1040 D.C. trayendo con él el Estandarte de la Victoria indio y con ello las banderas de oración ganaron más popularidad. Las banderas tibetanas de oración son entonces, una síntesis de las banderas de los elementos de la religión Bon y el dharma del budismo indio.
Con la llegada del budismo, el hecho de colgar las banderas cambió ligeramente de propósito: se trataba ahora de situarlas en el punto más alto posible, donde fuesen rozadas por el viento, para que éste se purifique y lleve consigo las bendiciones y buenos deseos escritos en ellas. Cuando debido al agua o al paso del tiempo las banderas se desgastan, son cambiadas por otras para iniciar un nuevo ciclo. Este cambio, que normalmente se realiza el día del Año Nuevo Tibetano (a finales de febrero), simboliza también otro de los grandes pilares del budismo, según el cual todo es perecedero, pero al mismo tiempo, todo nace de nuevo.
Los cinco colores tradicionales representan las cinco familias de Buddha (Budas dhyani), los cinco elementos internos y los cinco 5 elementos externos (Espacio, agua, fuego, viento y tierra). Las 5 Familias de Buda, describen el camino a la iluminación mediante la pacificación de las cinco emociones oscuras (Skt. Kleshas), la rabia, el apego, la ignorancia, el orgullo y la envidia. Los cinco colores tradicionales son Azul-espacio, Blanco-agua, Rojo-fuego, Verde-aire-viento y Amarillo-tierra, y se ordenan de izquierda a derecha en un orden específico. Distintos elementos se encuentran asociados con diferentes colores en tradiciones especificas, propósitos y sadhana.
En el centro de una bandera de plegaria generalmente se encuentra un "Lung ta", El Caballo de Viento, que simboliza la realización de trabajos positivos de una manera más satisfactoria e inmediata. Este lleva tres joyas llameantes en su lomo. El Ta es un símbolo de velocidad y de la transformación de la mala suerte en buena suerte. Las tres joyas llameantes simbolizan a Buda, el Dharma (enseñanzas budistas), y el Sangha (comunidad budista), los tres vértices de la tradición filosófica tibetana. El Caballo del Viento es el poder de la fuerza. Esto es sentirse libre de miedo. Con esta energía, todas las cosas emergen sin obstáculos. El “Caballo del Viento”, simboliza la fortuna y la suerte, y es el encargado de hacer que estas plegarias lleguen a quien lo necesita. Aquéllos que tienen una buena energía del viento tienen fortuna y suerte en la vida. A veces cuando un Lama le dice a usted que tiene la energía del viento muy baja, significa que usted enfrenta obstáculos.
Plasmados en cada una de las cuatro esquinas de la bandera, se encuentran los cuatro animales de poder,  garuda (pájaro), el dragón, tigre y el león blanco. Garuda es un ave que come serpientes y simboliza el espantar la voluntad o intenciones del mal. El dragón simboliza el alejamiento de diferentes amenazas del cielo como los rayos etc. El Tigre simboliza el éxito en cada paso de la vida, sin tropiezos. Los leones simbolizan a los seres que enfrentan con valor cada paso de la vida.
Rodeando el Lung ta se presentan distintas versiones de unos 400 mantras tradicionales (invocaciones rituales poderosas), cada uno dedicado a una deidad particular. Estos escritos incluyen mantras de tres de los grandes Bodhisattvas budistas: Padmasambhava (Gurú Rinpoche), Avalokiteśvara (Chenrezig, el bodhisattva de la compasión, y el patrono del pueblo tibetano), y Manjusri.
Los mantras impresos,  o taras (nombre sánscrito) significan en el causativo hacer atravesar, hacer alcanzar la otra orilla, en sentido propio como figurado, de ahí el sentido general de salvar, socorrer, liberar. Tara es por lo tanto: aquella que hace atravesar (el océano de las existencia) o también aquella que hace alcanzar (la otra orilla en la que cesan los estados condicionados de la existencia). En el caso de las 21 Taras, uno está invocando las bendiciones de Tara en todas sus expresiones o manifestaciones.
Nosotros podemos elevar la energía del viento mental y físicamente. Mentalmente, nosotros elevamos la energía del Caballo de viento a través del desarrollo de la compasión, la bondad amorosa y la sabiduría. Esto es lo más importante. Cuando usted tiene confianza en su mente e intrepidez, esto es energía del viento mental. Físicamente, nosotros elevamos esta energía respetando el ambiente, y protegiendo ambos elementos, los de fuera y dentro. Así, con una motivación pura, usted eleva la energía del viento.
Básicamente, el caballo de viento se relaciona con el karma. La raíz es causa del karma. Cualquier causa que nosotros creamos, significará la experimentación de un resultado.

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