miércoles, 25 de abril de 2012

LOS CICLOS DE LA ENERGÍA, CINCO ELEMENTOS, WU XING

El Wu Xing es la piedra angular del Feng Shui, ya que permite retener en los espacios que habitamos la energía positiva y echar la negativa. Asímismo, se utiliza para describir los principales movimientos que sigue la energía cuando se desplaza a nuestro alrededor. Cada uno de los cinco elementos representa un estadio energético diferente, que es el resultado de la interacción entre el Yin y el Yang.
La traducción original de las palabras Chinas Wu Xing, no es 5 elementos, existen ciertas lagunas ocasionadas por la adaptación original de la filosofía china al pensamiento occidental a través del tiempo, su correcto significado es "las cinco fases de la energía". Porque es una sola energía que se desenvuelve en cinco modos, lo cual nos avisa de no incurrir únicamente en una asociación física de los elementos.
Para su explicación se recurre a cincos elementos simbólicos de la naturaleza, en concreto: Madera (木, ), Fuego (火, huǒ), Tierra (土, ), Metal (金, jīn) y Agua (水, shǔi), cada uno de ellos representa un movimiento, una transformación distinta de Chi.
Las energías de los cinco elementos se relacionan entre si mediante modelos cíclicos. A través del proceso de creación, el fuego se transforma en elementos diferentes hasta recuperar de nuevo su estado original. Mediante el ciclo de control, el fuego termina acabando consigo mismo.
En el proceso de Creación:
"el fuego produce tierra, la tierra crea el metal, este contiene agua, el agua nutre la madera y la madera alimenta el fuego"
En el ciclo de Control:
"el fuego funde el metal, el metal corta la madera, la madera consume la tierra, la tierra estanca el agua y el agua apaga el fuego"
Existe otro ciclo llamado de Debilitamiento, en el que las energías interactúan entre sí pero sin llegar a anularse. Por ello, es el más recomendable para frenar la energía negativa sin causar desequilibrios.
Estos conocimientos se ponen en práctica a través de dos corrientes del Feng Shui: la Escuela de las Formas y la Escuela de la Brújula. La de las Formas fue la primera escuela de Feng Shui. Se basa en el Pa Kua del cielo anterior y tiene en cuenta las figuras que integran el paisaje que nos rodea. La Escuela de la Brújula, por su parte, apareció un siglo más tarde fundamentándose en la ciencia matemática y los puntos cardinales. En los últimos años ha proliferado en Occidente una nueva interpretación que se conoce como la Escuela de los Sombreros Negros o método Bagua. Se trata de una corriente que, para las escuelas tradicionales, carece de efectividad porque no utiliza la brújula, un instrumento fundamental.

Filosofía de las fases de la energía y la naturaleza
Algunos autores sitúan la primera exposición de la teoría de los cinco elementos entre los años 350 y 270 a. C., de la mano de Tsou Yen, pero sin lugar a dudas la comprensión de este concepto es muy anterior, pues el sistema de los cinco elementos se evidencia en las formas más primitivas de adivinación china.
El yin yang del cielo y la tierra al transformarse produce los cinco elementos.
Sheng Qi Tong Tian Lun (Neijing)
"Cielo y Tierra designan la condición inicial a la aparición de la existencia, creando así el intermediario, el teatro de la vida, en el seno del cual se desarrolla."
El Cielo en alto es Yang; el Yang procrea y es límpido.
La Tierra en bajo es Yin; el Yin hace crecer y es turbio.
El Cielo induce la Vida, la Tierra la propaga.

Todo sobre la Medicina China. D.Colin y C.Barry
"Lejos del misticismo los conceptos mencionados forman la base de la Filosofía de la Naturaleza China. Nacen del intento "científico" de explicar los fenómenos naturales a partir de hechos "objetivos"."
Breve Historia de la Filosofía China. Feng Youlan.
 
EL DAO. CONCEPTO DEL YIN Y YANG.
 
Los chinos tienen la idea del Dao, que es el inicio dual, el cual se perfila en dos opuestos complementarios Yin y yang. Definieron el inicio y también el resultado del inicio. Basándose en la observación, pudieron verificar que todo lo que existe se podía clasificar en cinco relaciones del Yin y el yang, de los que surgían cinco modelos diferenciados de energía (Qi o Chi). Esta abstracción que supone la existencia de cinco tipos diferentes de energía, movimientos o relaciones del Yin y el yang, Yin domadora, Yang generadora, cuyas únicas dos leyes son la constante transformación y el retorno al Dao, se asociaron, para facilitar una mayor comprensión, a cinco tipos de materiales que ejemplificaban fielmente las características de esos modelos.
En el concepto chino se entienden no sólo como materias o elementos de la naturaleza, sino como ciclos enteros donde ciertas características predominan y controlan un nuevo ciclo. Más que sustancias físicas estos cinco elementos hacen referencia a las esencias que se relacionan con los colores, las estaciones del año, los puntos cardinales, las energías, las formas, las emociones, los planetas..., que crean un sistema de tensiones y equilibrios. Los distintos elementos existen y se manifiestan mezclados, bajo relaciones de dependencia y restricciones reciprocas que determinan sus estados de constante movimiento, generación y destrucción. Además, en cada uno de estos cinco elementos se expresan o existen los restantes elementos en menores cantidades, por tanto se define una categoría por su carácter predominante, pero no excluyente de la naturaleza de los demás elementos.
Para entender estos ciclos hay que retroceder a las imágenes a partir de las cuales un observador traza un mapa del espacio y el tiempo que conoce.

ElementosCoordenadasEstacionesCaracterísticasHora del día
FuegoSurVeranoCalorMediodía
AguaNorteInviernoFríoNoche
MaderaEstePrimaveraLugar por donde sale el solMañana
MetalOesteOtoñoLugar por donde se pone el solAtardecer
TierraCentroCambio de estados

El Sur y el Verano son el "calor", porque el sur es la dirección y el verano es la estación en los que domina la fuerza o elemento del Fuego.
El Norte y el Invierno son el "frío", porque el Norte es la dirección y el Invierno la estación en los que domina la fuerza del Agua, y el agua está asociada con el hielo y la nieve que son fríos.
La fuerza de la Madera domina en el Este y en la Primavera, porque la primavera es la estación en que las plantas (simbolizadas por la "madera") comienzan a crecer, y el este está correlacionado con la primavera.
La fuerza del Metal domina en el Oeste y en el Otoño, porque el metal era considerado como algo duro y riguroso, y el Otoño es la estación en que el crecimiento de las plantas llega a su fin, en tanto que el Oeste está correlacionado con el otoño.
Así cuatro de las cinco fuerzas quedan referidas a algo, y sólo la fuerza de la tierra no tiene lugar ni estación fijos.
La tierra es el centro de las cinco fuerzas, y ocupa por ello un lugar en el centro de los cuatro puntos cardinales. El tiempo que domina es un breve período intermedio entre el verano y el otoño.
En la teoría de los 5 elementos intervienen una gama extremadamente rica de asociaciones en diversos campos como la medicina tradicional china, las artes marciales, la estrategia militar, el feng shui, la religión, la música, la astrología, el arte, la poesía, entre otras correspondencias.
Interacción de los cinco elementos
En la antigua China se estableció la secuencia de interacción de los cinco elementos, de forma que unos elementos dan vida a otros a la vez que controlan a los siguientes, tomando la secuencia de su modelo familiar. De modo que establecieron la secuencia siguiendo el orden natural de madre a hijo y a nieto, según la cual, de forma general, el elemento madre genera a su hijo y controla a su nieto.
Los elementos  interactúan y se relacionan entre sí de dos formas distintas: el ciclo de creación, nutrición, o "madre-hijo" Yin (生, shēng) y el ciclo de control - Yang (剋, ). De estas relaciones Yin Yang se generan las estructuras, las formas y las apariencias impermanentes que nacen de él y retornan al supremo origen, el Dao.
Ciclo de Generación (Yang)
Madera > Fuego > Tierra > Metal > Agua> Madera
En el ciclo de creación (生, shēng) el agua nutre a la madera, los árboles y las plantas crecen gracias al agua; la madera alimenta al fuego; las cenizas resultantes del fuego van a parar a la tierra, enriqueciéndola con minerales; el metal nace en lo más profundo de la tierra, de donde se extrae; finalmente, el metal se asocia con el aire, y con la condensación, y es gracias a la condensación que el vapor se vuelve a transformar en agua.
Si únicamente se diera el ciclo de producción, la generación de los elementos sería continua y sin control alguno, por lo que se rompería el equilibrio y el orden natural. Aparece entonces una nueva interacción entre los cinco elementos. Es el ciclo de control. Este es un orden destructivo, que provoca disturbios en esta continuada generación de elementos.

Ciclo de Control (Yin)
Agua > Fuego > Metal > Madera > Tierra > Agua
En el ciclo el agua apaga las llamas del fuego; el fuego doblega al metal, fundiéndolo y haciéndolo maleable; el metal afilado puede cortar plantas y árboles; a su vez, las raíces de los árboles son capaces de resquebrajar el asfalto y la tierra más dura; la tierra pone límites al agua, formando los cauces de los ríos.
El ciclo provoca la limitación de crecimiento, el debilitamiento de su progresión ascendente. Si este ciclo llamado destructivo o de control no se produjera, el crecimiento de los elementos sería infinito y no albergaría cambios. El ciclo de control es complementario con el ciclo de creación. No puede imaginarse un crecimiento perpetuo sin un mecanismo de regulación.
Por esta razón, no debe entenderse que el elemento que controla o destruye a otro sea exactamente un enemigo, sino más bien como un límite a una expansión excesiva, a un crecimiento descontrolado o desproporcionado. Igual que no puede entenderse una polaridad negativa o una cualidad Yin como una categoría mala, con connotaciones negativas, pues todos estos términos son descriptivos y no valorativos, en ningún caso se está adjetivando como un polo o carga buena o mala.
Esto que suena filosófico, abstracto, en China tiene una enorme aplicación. Por ejemplo: una persona que habla sin cesar, inquieta... Los chinos dirían que se trata de una persona "agua", necesitas una pareja "tierra", porque el agua contiene a la tierra, y esa persona necesita ser contenida, lo cual contribuye a encontrar el complementario. Todo el mundo chino se expresa a través del Dao, Yin Yang, Cinco Elementos, Wuji, y Taiji, I Ching. No hay un conocimiento Occidental u Oriental que no pueda ser expresado por estas herramientas filosóficas: la medicina, la ciencia, la economía, etc.
Si se contempla, por ejemplo, el ciclo natural de un año, pueden observarse cinco fases distintas que interactúan entre sí y en relación con la globalidad del año. En primer lugar, se puede situar el elemento agua, que representa la quietud, como el invierno, que sucede inmediatamente antes de la energía ascendente y en expansión que da lugar a la primavera, que está representada por el elemento madera.
La energía de la atmósfera terrestre alcanza el clímax de su tendencia ascendente en la fase de verano, que se corresponde con el elemento fuego; esta tendencia expansiva y ascendente del verano llega a su plenitud y comienza a invertirse, dando lugar a la cualidad de finales de verano, con una energía de estabilización y contracción o descenso, que es representada por el elemento tierra. Esta es la fase de la tierra. Esta tendencia al descenso, a la condensación y a la contracción es la que da lugar al otoño, que se corresponde con el elemento metal, que termina en su descenso y contracción de la energía desembocando en el clímax de su tendencia descendente en el invierno, o elemento agua, desde donde se reiniciará el ciclo ascendente.
Mientras se mantiene el orden natural, existe armonía, prosperidad y felicidad, cuando se rompe o se produce un desequilibrio entre fuerzas que entran en conflicto se producen las catástrofes y las desgracias. Para lograr el equilibrio y la armonía en los entornos es preciso considerar que todo está en continuo movimiento, por ello las armonizaciones, que se llevan a cabo con el Feng-shui, deben ser dinámicas y se transforman según el constante fluir del tiempo y de la vida, así como las cambiantes necesidades, aspiraciones y objetivos de los residentes. La comprensión de los ciclos de los cinco elementos es indispensable para propiciar y mantener un movimiento armónico e intenso de la energía y sus influencias en un constante fluir, tal y como se mueven las fuerzas que dan lugar a todos los fenómenos.
El “I Ching”.
El origen mitológico del “I Ching” se sitúa hacia el año 1122 a. de C. con el descubrimiento de lo que la tradición denominó mapas del universo; hace algo más de dos mil años, en época de guerras, comenzó su expansión por todo el territorio asiático.
En este contexto, un antiguo emperador ordenó a los expertos en Feng Shui que enseñan sus conocimientos a los invasores para que les ayudaran a mejorar su calidad de vida.
El objetivo del monarca no fue otro que el de hacer que sus enemigos fueran más felices en el entorno en el que vivían para que olvidaran sus ansias de invasión. Después, el flujo migratorio y las relaciones comerciales hicieron el resto. Con el paso del tiempo, los conocimientos fueron pasando de una región a otra, lo que permitió que este arte milenario sirviera de guía para millones de personas en el continente asiático.
Y es que las revelaciones que contenía el “I Ching” eran tan útiles pata guerreros como para agricultores.
El “Mapa del río” incluía las constelaciones; esta información más tarde se completo con otros textos, de modo que a lo largo de los siglos fue adquiriendo distintas formas hasta llegar a nuestros días.
En la actualidad, existen diversas publicaciones sobre “I Ching” con las que se puede profundizar en esta filosofía milenaria.

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