lunes, 28 de mayo de 2012

El conocimiento de la creatividad evoluciona en conciencia y complejidad


Vinculaciones entre conocimiento y creatividad.
Jessica C.
Nace un modelo de tendencias de la creatividad desde una conciencia compleja y evolutiva.
Investigadores y docentes de creatividad de catorce países han participado en una investigación que propone un modelo desde el paradigma complejo-evolutivo y concluye que el fenómeno de la creatividad, en tanto su conocimiento, forma de comprenderla y aplicarla, como de proyectarla en la formación y futuras investigaciones, evoluciona en crecientes niveles de conciencia y complejidad. Por Jessica Cabrera C.
Durante mil años la noción de creatividad no existió en filosofía, teología o arte. Los griegos no tuvieron este término (aunque consideraban como excepción a los poetas que traían cosas nuevas), y los romanos nunca lo aplicaron a estos campos.

Durante los siguientes mil años, la creatividad se contempló exclusivamente desde la teología: "Creator" era sinónimo de Dios, y siguió empleándose en este sentido hasta una época tan tardía como la Ilustración. En el siglo XIX el término "creador" se incorporó al lenguaje del arte y se convirtió en sinónimo de artista. Aparecen nuevas expresiones como el adjetivo creativo y el sustantivo creatividad. En el siglo XX la expresión "creador" se aplicó a toda manifestación cultural. Se comenzó a hablar de creatividad en la ciencia, la política, la tecnología, etc. (W. Tatarkiewicz, 1987).

En este sentido, el conocimiento disponible en creatividad a través de su enfoque más usado por muchos investigadores y docentes (persona, proceso, producto, potenciación) se ha presentado con una gran diversidad de tópicos, no obstante, de manera fragmentada y aún los modelos componenciales más conocidos (Amabile, 1996, Csickzentmilhalyi, 1998, Sternberg, 1999) han sido insuficientes para aproximarse de manera integral a su complejo campo.

Hoy en día llegamos a un punto donde en creatividad se habla también de complejidad, de trascendencia, espiritualidad y evolución humana basada en la conciencia. Observamos que cualquier teoría de la creatividad (superdotación, teorías asociacionistas, teorías de la personalidad, teoría social-cultural, etc.), sus diferentes aproximaciones, (psicodinámicas, cognitivas, humanistas y componenciales), hasta sus tendencias más emergentes han ido integrando natural y evolutivamente diferentes componentes desde lo más simple a lo más complejo, centrando su interés de estudio desde lo individual y personal, hasta lo contextual, lo social y diferentes sistemas de referencia más complejos y transdisciplinares.

Nuestra propuesta, surgida de la revisión de todos los enfoques y la aparente desconexión entre ellos por vías disciplinares (pedagogía, psicología, biología, neurociencia) y de contextos aplicados (aplicación de técnicas y recursos en diferentes contextos educativos, publicitarios y empresariales), es que existe una vinculación entre la evolución del conocimiento e investigación de la creatividad con una concepción que lo relaciona a una espiral que implica mayores niveles de conciencia y complejidad. Para ello, hemos considerado los estudios previos acerca de la evolución de la conciencia humana, llevados a cabo por diferentes investigadores, y los hemos contrastado con los avances en los estudios de creatividad, considerando desde la ‘Teoría del genio’ de Galton (1869), hasta las tendencias más emergentes que integran la complejidad.

Consideramos una mirada que "va hacia" la complejidad de la creatividad y a la vez que ‘proviene desde’ ella. Sin duda, la complejidad nos refiere diversos ámbitos de realidad (emergencia, indeterminismo, incertidumbre, resonancia mórfica, auto organización, intersubjetividad, estructuras disipativas, autopoiesis, holograma, orden implicado, realidades multidimensionales) y el propio E. Morin (1984) planteaba que ‘no habrá jamás una palabra clave, una idea que rija el universo’. Sin embargo, observamos que tal como señala Capra (2000), estamos siendo testigos de un fuerte interés por enfoques holísticos donde todos estos movimientos forman parte de un mismo movimiento evolutivo con una conciencia de unidad y complementariedad de las formas de conciencia.

R. Sheldrake (2000) señala “La evolución de la vida sobre la tierra y de los seres humanos como parte del proceso, antes fueron ideas despreciadas, pero fueron ideas avanzadas por visionarios como Teilhard de Chardin”. Todo ello nos ha acercado al paradigma de complejidad evolutiva propuesto por A. de la Herrán (2003, 2005, 2006).
La creatividad se refleja en múltiples dimensiones personales, sistémicas y universales.

Nuestra propuesta teórica de los estudios en creatividad, vincula la relación intrínseca entre la creatividad, la complejidad, la evolución de la conciencia y la evolución (J. Cabrera, 2009). Con todo ello, se organiza el conocimiento de las teorías y enfoques, según los enfoques más conocidos y consensuados, hasta lo más emergente. Dividimos estos dos criterios, en cuatro niveles de creciente complejidad evolutiva, que son la base de esta estructura, clasificando el campo de la creatividad de la siguiente manera:

I. Centrada desde un tipo de individuos. Creatividad como la facultad que tienen sólo los genios o un tipo particular de personas. Categoría ‘Individual’ (teoría del genio, y teoría de la superdotación).

II. Centrada desde todas las personas. Como la facultad que tienen todas las personas. Categoría de: ‘Impulsos’ (aproximación psicodinámica y estudios desde la patología), ‘Pensamiento’ (cognitivismo clásico, teorías asociacionistas, tª del rasgo y la personalidad, inteligencias múltiples, modelo gestáltico, simulaciones con ordenador), ‘Medición’ (aproximación psicométrica, test de creatividad), ‘Estimulación’ (aproximación pragmática y sus diferentes técnicas de estimulación del pensamiento creativo) ‘Evaluación’ (enfocado a aproximaciones de indicadores de productos creativos) ‘Desarrollo humano’ (enfoque humanista y la creatividad desde la autorrealización).

III. Centrada desde el sistema. Creatividad presente en las personas y el sistema social-cultural. Categoría ‘de confluencia’ (Teoría social-cultural, teoría de la inversión, modelo componencial, teoría ecológica, teoría de la creatividad aplicada total).

IV. Centrada desde la complejidad. La creatividad considera las personas, la sociedad, la naturaleza, integrando componentes cognitivos, corporales, emocionales, espirituales y éticos. (Megatendencias, enfoque transpersonal de la conciencia, enfoque complejo, enfoque ecosistémico, teoría interactiva y psicosocial, teoría complejo-evolucionista). (J. Cabrera, 2009).

Nos interesa favorecer la comprensión de la evolución del conocimiento de la creatividad de manera sincrónica y diacrónica, no con encasillamientos, sino de una manera abierta a la discusión. Con todo ello, la orientación del estudio está dirigida al ámbito de la formación presentando los principales lineamientos del Enfoque Transdisciplinar.

Gráfico: Jessica C.
Creatividad para la formación.

La necesidad de fundamentación del conocimiento acerca de la creatividad tiene directa relación con su aplicación en contextos formativos, dado que no podemos trabajar con personas encasillando la creatividad sólo en algún aspecto -por ejemplo, el cognitivo-, sino que es necesario ir trabajando también nuestras otras dimensiones humanas (como las corporales, emocionales, sociales, espirituales, etc.), los temas relacionados a los valores y las virtudes humanas, la ampliación de nuestra conciencia a mayor complejidad, etc. Por ello, nos cuestionamos lo siguiente: Si en los campos de formación humana se da de manera natural la complejidad de redes personales, sociales, ecológicas y contextuales, ¿cómo podríamos acercar los avances del conocimiento en creatividad desde la mirada de la complejidad a la práctica de las aulas y de los cursos de formación?

Si como dijo Leonardo da Vinci, “La práctica debe ser edificada siempre sobre una buena teoría”, trabajar la creatividad desde una perspectiva básica, transdisciplinar y de complejidad evolutiva supondrá considerarla integrando todos los aportes hasta ahora estudiados. Y más aún, considerando otros campos que cada vez con mayor claridad contribuyen a un conocimiento emergente relevante para su aplicación y de los que dan cuenta nuevas investigaciones dentro de la Neurociencia, Neurocardiología, Física cuántica y otras disciplinas ancestrales retomadas por ellas, como la meditación y sus implicaciones en los estados de conciencia y de creatividad, etc. La creatividad nos ofrece un amplio menú de posibilidades de aplicación, y a la mirada evolutiva y compleja desde la que actuamos le interesa valorar e integrar todas las opciones.

Creemos importante considerar el contexto, las personas, los talentos, las implicaciones sociales, ecológicas y evolutivas entre otras, de modo que se promueva el ser de las personas y su evolución interior y exterior en armonía con su entorno.

El complejo campo de la creatividad
La creatividad implica hoy mayores niveles de conciencia y de complejidad.

Las conclusiones generales de la investigación nos llevan a considerar que el modelo propuesto, puede ser una aportación válida para representar el campo de estudio de la creatividad, que además incorpora un indudable valor didáctico. En síntesis, las conclusiones más destacadas del estudio son, en primer lugar, que tanto el conocimiento como la comprensión, aplicación y vivencia de la creatividad evolucionan hacia mayores niveles de conciencia y complejidad. Y en segundo lugar, que la perspectiva de la transdisciplinariedad y la complejidad aportan fundamentos útiles para el desarrollo de una formación en creatividad con mayor amplitud de conciencia.

Entendemos que la creatividad ha trascendido fronteras externas e internas y está abierta a muchas posibilidades de estudio, comprensión, desarrollo y práctica. Trabaja con diferentes dimensiones del ser, con el contexto, con diferentes expresiones y con diferentes recursos. Desde esta apertura se necesita profundizar en los estudios más emergentes y extraer sus evidencias que favorezcan su aplicación en contextos de formación, para ofrecer una propuesta orientadora desde la complejidad y transdisciplinariedad, e idear otros instrumentos y orientaciones didácticas para la práctica. Los beneficios de su estudio ampliarán la discusión, no sólo sobre el ámbito formativo vinculado a la creatividad, sino además sobre sus raíces y orientación, pudiendo beneficiarse a profesores, facilitadores y alumnas/os.

Desde esta investigación, podremos anhelar una comprensión más compleja, más profunda, más amplia e incluso mejor orientada de una creatividad más libre de condicionamientos disciplinares que puedan limitar su conocimiento y aplicación. Aspirar a una creatividad donde la ética, los valores y las virtudes humanas puedan participar de un modo más activo y más consciente del desarrollo y formación de las y los profesoras/es y donde cada persona pueda reconocer, valorar y compartir su potencial creativo y creador, para beneficio de todos y del entorno social y ecosistémico.

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Jessica Cabrera Cuevas es Doctora Europea en Creatividad Aplicada y Académica de la Universidad Autónoma de Madrid. Este artículo es un resumen de la tesis doctoral de la autora, "Creatividad, conciencia y complejidad: una contribución a la epistemología de la creatividad para la formación", dirigida por el Dr. Agustín de la Herrán Gascón.

Fuente: http://www.tendencias21.net/El-conocimiento-de-la-creatividad-evoluciona-en-conciencia-y-complejidad_a9562.html


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