lunes, 23 de abril de 2012

La llave de la vida. Cruz Ansata

La llave de la vida egipcia o Ankh es un amuleto protector, símbolo de la vida y de la continuidad del espíritu. Protege contra la enfermedad, la infertilidad y la perdida de cualidades o dones psíquicos. Era considerada la llave de la vida o la llave del Nilo porque se creía que abría la puerta de la vida eterna. Otras representaciones hacen del Ankh un símbolo de la evolución constante del espíritu, denominándolo Cruz Ansata. Esta interpretación le atribuye el poder de concentrar la energía de la reencarnación.

El significado de su forma

Cada una de sus partes tiene un significado. De arriba a abajo contiene un semicírculo insignia del mundo celeste, en donde no existe la dualidad del principio y el fin. Allí reina la energía de Ra, dios del sol. La forma horizontal imita la línea del horizonte , conectando el cielo con la tierra. Ésta simboliza la materia, un espacio de transición previo a la eternidad. El eje de la cruz, la forma vertical, simboliza el camino por donde el espíritu se traslada desde la materia hará el desarrollo supremo del espíritu.

Esta cruz fue la que tomaron los coptos (primeros egipcios conversos al cristianismo) en representación a la vida eterna conseguida gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz. Para esta creencia el halo superior era el sol que iluminaba el cuerpo de Jesús crucificado. Todavía se usa como una cruz alternativa a la cristiana, aunque ignorando su origen ancestral. Es uno de los mas poderosos símbolos protectores debido a que en él se reúne la energía de transformación del espíritu. En esta transformación el alma del hombre despierta a su más alta conciencia como ser humano y se conecta finalmente con la divinidad y la vida eterna.

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